Al igual que el amor, la felicidad está mal interpretada, creemos que la felicidad es la consecuencia de obtener algo que el ego cree que necesita.
Esta interpretación nos lleva a un camino largo de búsqueda y de muchas decepciones, al descubrir que cuando llega aquello que deseas, al poco tiempo eres consciente de que ya no te aporta esa felicidad que tú imaginaste y de nuevo vuelves a buscar en lo exterior aquello que sea la causa de tu felicidad.
¿Te ha pasado esto en alguna ocasión ?
Hay una nueva posibilidad, es posible mirar la felicidad como algo que no tienes que conseguir sino como un estado del Ser eterno que eres.
La felicidad surge en la mente cuando te sientes Unido a tu creador, tú no te creaste a ti mismo, eres el efecto del amor de Dios, la causa de tu felicidad está en el reconocimiento de que eres Uno con lo divino, cuando renunciamos a esa continua búsqueda, es cuándo podemos disfrutar de un estado de paz y de aceptación interior.
Un estado donde surge la grandeza del espíritu que ya SOY y la felicidad es la expresión de este recuerdo.
«La felicidad del alma depende de su decisión de extender solamente amor»
Puesto que vosotros sois la manifestación de la realidad misma, del conocimiento mismo, del amor mismo.
Eso significa que en todo momento hay en vuestro interior una parte de la mente que todavía permanece libre de la autoridad del ego, esa parte en la que ya mora la paz perfecta, esa parte de la mente en la que ya mora la certeza perfecta, esa parte de la mente en la que ya mora la disposición a extender amor sin apego. -La vía del conocimiento-
¿ Y para tí, que es la felicidad ? Te leo…